La Biblioteca

La Universidad de Oviedo cuenta con una de las mejores bibliotecas del país. Sin embargo, hubo muchos acontecimientos que afectaron tanto a sus fondos como a sus estancias a lo largo de la historia de la institución.

En el origen de la Universidad, la biblioteca era muy humilde, poco sabemos de ella, hasta el año 1765. El testamento de don Lorenzo Solís disponía la fundación de una biblioteca para los jesuitas de la ciudad ovetense. Sin embargo, por un aserie de circunstancias, se ordenó por Real Cédula que la biblioteca se situase enla Universidad.

Por esta razón, el edificio tuvo que ampliarse. Se construyeron el piso alto del lado oeste y el del lado sur siguiendo fielmente el estilo del conjunto original. Las nuevas dependencias se abrieron al público a partir de 1770.


A mediados del s. XIX, el lado oeste se destinó a sala de juntas, iconoteca y despachos del rector y del secretario general. Desde entonces, la biblioteca quedó relegada al lado sur, fecha en la que sus paredes se comenzaron a llenar de retratos de personajes ilustres.

A principios del siglo siguiente, era evidente que la biblioteca, con su crecimiento paulatino, necesitaba una ampliación urgente. En 1912 comenzaron a realizarse las obras en la Biblioteca, acrecentando a doble altura sus estanterías, lo que permitiría colocar adecuadamente todos los volúmenes. Esta sala se prolongó sobre las huertas junto a la parte sur del edificio.

Todos estos esfuerzos por obtener una Biblioteca decente se vieron anulados porla Revolución de los mineros de 1934. El edificio se incendió, por lo que la biblioteca, al ser toda de madera, se quemó y todos los volúmenes coleccionados durante siglos se perdieron. Sin embargo, tras la restauración del edificio, la biblioteca se reconstruyó y sus fondos volvieron a enriquecerse gracias a donaciones y adquisiciones de colecciones privadas muy importantes. En siguientes actualizaciones hablaremos sobre los fondos de la Biblioteca.



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